si tú no estás no es lo mismo

Mi querida Isabel,

Si tú no estás ahí no es lo mismo. Ni parecido. Estoy acostumbrado a asociar ciertos paisajes con tu presencia, y yo me hago a la idea de que por la razón que sea no estés ahí, formando parte de ese lienzo de felicidad que me hace ver la vida de otra manera completamente diferente. Al llegar a tu casa, incluso la bonita buganvilla no luce igual si no estás tú subiendo las escaleras conmigo, aunque vayas siempre hablando por teléfono...

No es lo mismo esa vista al subir las escaleras sin tu cara sonriente, tu coleta, tu falda ondeando, tus manos siempre cargadas de cosas. No es lo mismo, Isabel, mi queridísima cuñada. No me hago a la idea de que tengas otros planes que estar ahí cuando te necesito, aunque sabes que me hago a la idea de lo que está fuera de mi imaginación, y entiendo que a veces no estés, que no te tenga al alcance de mi vista, para recargar las pilas con tu sonrisa resplandeciente. Ojalá siempre estés a mi lado, incluso en la distancia. Te quiero siempre, Isabel.

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