llámalo x, pero para mi es una cita

Mi querida Isabel.

Hay veces en que sin planificarlo, acababa felizmente siendo parte de tus planes, incluso cuando esas situaciones desde fuera parecían una auténtica liada. En el fondo para mi no lo eran en absoluto, como seguramente ya sabes, a estas alturas. De repente veníais a mi diciéndome que habíais decidido que iríamos juntos a algún sitio, y que yo sería el chófer. Yo no podía estar más encantado, además de sorprendido, e incluso a veces tenía que disimular mi regocijo, al saberme a punto de disfrutarte casi a solas por un rato, en la intimidad del coche. Para mi eso era, al fin y al cabo, toda una cita contigo, la mujer perfecta.


En algunos casos, incluso el coche era el tuyo, y me veía suplantando a tu marido por un breve tiempo, lo cual digo con todo el respeto que me merece él, a quien considero ante todo un afortunado por tenerte por esposa. Isabel de mi vida, esos ratos de conversación y compañía suponían para mi un oxígeno de incalculable valor, con un recuerdo especial: el día en que te llevé en tu coche mientras escuchábamos a Roberto Carlos, incluyendo algunas de las canciones que normalmente escucho a solas pensando en ti. ¿Se podía ser más feliz?. ¿Cómo expresar con palabras la satisfacción que me producía saberme "víctima" de esa liada?. Como digo en la cabecera de este blog, es aquí donde trato de explicarte lo inexplicable.

Tuyo.

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