y tú te vas

Me pasa no pocas veces, que al ser su cuñado, llega ese momento en que nuestros planes divergen, y las despedidas no son muy efusivas ni se alargan. Me refiero a que si hemos quedado o ella ha quedado, o te encuentras con unos amigos, de repente cada uno se va por su lado con la mayor naturalidad, y me veo mirándola de reojo, perdiéndola entre la gente, sin una despedida con un beso, sin una mirada más allá de la confianza propia de la relación familiar.


Eso me duele, en el fondo me gustaría quedarme con ella, me siento siempre más a gusto de estar en su compañía, pero ella da por supuesto que debe desaparecer, e involuntariamente me deja sin su compañía, difuminándose entre la multitud. Yo intento mantener la vista de su silueta hasta el último momento, mientras una vez más, disimulo sobre mis sentimientos con ella. Sé que esto tiene que ser así, pero me cuesta hacerme a la idea, resignarme a verla sólo a ratos, muy de vez en cuando, cada vez menos...

Comentarios

Entradas populares